CroniCuca
6: ¡adoré
esto del romance!
Estamos
en Udaipur, ciudad considerada por los británicos como la más romántica del
mundo. ¡Estaban en lo cierto!, es una linda ciudad, tiene varios lagos, enormes
jardines y espléndidos palacios, de los cuales dos son habitados por el Marajá
de Udaipur, cuya hija se casó recientemente (recuerdo haber leído algo en la
revista Hola).
Los
palacios son preciosos, y la puesta en valor es impecable. Su recorrido nos
transportó a un mundo diferente y nos permitió imaginar cómo transcurrían los
días en sus épocas de gloria. Visitamos las suntuosas habitaciones, los
escritorios y las salas de audiencia de los marajás, siempre orientadas para
recibir el sol desde su llegada hasta la despedida, y también las dependencias
destinadas a las Maharanis, con envidiables tocadores, salas de yoga, patios de
"chicas" y balcones con ventanas talladas, que permitían ver lo que
ocurría a su alrededor.
Me
gustó esto de ser Maharani y tener tanto mimo, siempre que fuera después de
1853, ya que hasta entonces se podía terminar de manera trágica en caso de
muerte del marido, debido a la práctica del jauhar (suicidio de las mujeres en
su pira funeraria).
Lo
pasamos muy bien en los restaurantes que están a orillas del lago. La tenue
iluminación nocturna, que se refleja y se multiplica sobre el agua, recrea el
espíritu romántico de la antigua Udaipur y ofrece un ambiente propicio para
degustar sabrosos platos tradicionales, aunque debamos recurrir con frecuencia
al fresh lemon soda para soportar el picor.
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